¿Crees que transmites todo tu potencial a través de tu imagen personal?
Queramos o no proyectamos una imagen a los demás, si o si, pero … ¿tú sabes qué imagen proyectas? ¿te has planteado que ciertas relaciones personales o profesionales no prosperan por una incoherencia entre lo que eres y lo que ven de ti?
La forma que tienes de comportarte hacia los demás así como tu forma de vestir transmiten tu nivel profesional, educación, cultura y personalidad.
Para ir al grano, voy a darte 4 pautas a tener en cuenta.
Con ellas estoy segura que no vas a fallar.
Exprésate con claridad.
Mira siempre a los ojos y sonríe. Utiliza tus manos para gesticular pero de forma moderada ¡evita los aspavientos! Esto te bajará de nivel.
Controla tu tono de voz, si chillas o te impones sobre el otro tu saber estar desaparecerá y no serás elegante.
Que tu voz y tus gestos vayan en el mismo sentido del mensaje para transmitir coherencia. Además si utilizas un tono de voz seguro y con el volumen adecuado le convencerás con mayor facilidad.
Viste sin descuidar el detalle.
Ten en cuenta que en el detalle está la diferencia. El cariño que le pones a tu cuidado personal y a tu forma de vestir transmitirá como eres de cuidadoso con tus relaciones. Para conseguirlo evita utilizar prendas descoloridas, con borlitas, cuida el cuello de las camisas y puños, y no lleves los zapatos, carteras y bolsos pelados.
Infórmate del dress code.
Utilizar las prendas y los colores adecuadamente transmitirá que eres una persona con interés y cultura profesional. Asesórate con una experta en imagen sobre el código de vestimenta para según qué actos, porque tener estos conocimientos te aportará seguridad y confianza y no cometerás errores que deterioren tu imagen.
Habla y actúa correctamente.
¿A qué me refiero? Muy sencillo, a partir de ahora deja de abreviar palabras, nada de decir he “llamao” en vez de llamado. O … ¿Cómo has “quedao”? A veces no nos damos cuenta que lo hacemos porque hablamos muy rápido pero si te observas verás que en más de una ocasión sucede.
Para lucir bien tu imagen pisa con firmeza y evita arrastrar los pies, esto da una imagen cansada y decadente.
Cuando entres en algún sitio saluda con la cabeza bien alta. No tengas miedo a estrechar la mano con firmeza al presentarte ante cualquier persona, mostrarás seguridad y clase, además de dominio de la situación. Da un saludo de mano firme y neutral, no tires hacia tu espacio personal ni tampoco dejes que te arrastren hacia el del otro.
Cuando te despidas agradece que te recibieran. Pide por favor y da las gracias. Y no olvides dejar en su sitio la silla pero siempre con suavidad. ¡Ah! y cerrar la puerta sin portazos..
Esto es solo el principio de una larga relación con una asesora de imagen que intenta hacerte la vida más fácil.
Gracias por ser y estar.